El difunto Elmer Van Hess regresa a su pueblo vestido de negro y ocultando su rostro tras una extraña máscara. Su intención es vengarse de todos los que contribuyeron a su muerte. Al parecer, Elmer había sido víctima de un experimento científico que consistió en implantarle "un cerebro electrónico" que le impide morir. Su venganza comienza cuando les envía unas ranas de ópalo a cada una de sus víctimas.